-Cuando un
amigo se va queda un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otro
amigo- , esto cantaba, haya por 1969 Alberto Cortez y seguramente varios de
ustedes la conocen, por sus padres o abuelos dependiendo de la generación que sean,
pero parece que Rick de “The Walking Dead” jamás la escucho.
El día de
ayer en FOX, se estrenó el último capítulo de “The Walking Dead” y como lo
ponemos al principio de esta entrada, Rick, no respeta los clásico porque como diría Kain
en uno de los mejores juegos del PlayStation One “Legacy of Kain: Soul Reaver”, Rick nos
muestra una total y completa, santurrona
indignación en este capitulo, porque en un mundo donde se tiene que hacer lo necesario para
sobrevivir, es increíble que su moralina, tenga un desenlace tan representativo
para el grupo.
El capítulo
nos centra en 2 aventuras diferentes, pero que cronológicamente suceden en
paralelo, primero el grupo de Daryl, Michonne, Tyreese y Bob, que sobreviven milagrosamente a un ataque de más de un millar
de caminantes y llegando a la facultada de veterinaria y por otro lado a un
Rick y Carol, enfrentados, despues de la confesion de Carol como la autora de los dos cuerpos calcinados y viajando lejos de la prisión en busca de alguna
medicina al no tener noticias del grupo de Daryl.
Nos gustó
que en este capítulo, se retome la dinámica de la temporada pasada, donde se le
da prioridad a las dinámicas interpersonales del grupo, con los “caminantes” solo
como hilo argumental y no como la prioridad de la historia.
El final de
este capítulo nos deja un camino adicional abierto de cómo seguir la historia a
sabiendas que el comic y la serie de televisión, hace tiempo han tomado cada
uno su camino solo tomando algunos puntos en común, antes de concluir y si no han
visto el capítulo, hay una escena de Daryl y Bob, que vale la pena verse y la musicalización
del final, nos deja con ese saborcito para ver el siguiente capítulo.
Si ya
vieron el capítulo, comenten y si no que esperan.
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